El pasado 25 de Noviembre se celebró el día contra la Violencia de Género, dando visibilidad a uno de los problemas más graves de nuestra sociedad actual.
En la actualidad, muchas mujeres sufren relaciones de maltrato (físico, psicológico, económico, sexual) llegando incluso a perder la vida algunas de ellas. Y se trata de un problema prioritario que requiere de intervenciones conjuntas a nivel educativo, social y sanitario.
Sufrir maltrato y/o abusos es una de las peores experiencias que puede tener una persona, con consecuencias graves en todas las esferas de su vida y que las mismas pueden durar de forma permanente a lo largo de la vida.
A veces, las mujeres involucradas emocionalmente en una relación de pareja no son conscientes que son víctimas de violencia de género. Los primeros signos de maltrato se suelen dar de manera aislada y se van convirtiendo en más habituales con el paso del tiempo y generalmente se alternan fases de agresión con otras de cariño y calma (luna de miel). En el caso de que tu pareja o ex pareja actúe contigo de la siguiente manera es conveniente pedir ayuda:
- Si te hace sentir inferior, tonta o inútil, tanto en público como en privado
- Te ridiculiza, critica, grita, humilla, insulta a ti y a las mujeres en general
- No tiene reparos en humillarte o comportarse de manera agresiva en público o en privado.
- Critica o descalifica a tu familia, amistades o vecindario o te impide relacionarte con ellos, se pone celoso o provoca peleas y además te responsabiliza de las mismas.
- Te ignora con frecuencia, se muestra indiferente a tus sentimientos o te castiga con el silencio
- Te hace sentir culpable de todo
- No te permite trabajar, ni hacer nada sin su permiso. Y si trabajas, no lo valora.
- Te controla el dinero, tu forma de vestir, tus llamadas, tus redes sociales, tu tiempo…
- Amenaza con hacerte daño a ti o a tu familia, o con quitarte a tus hijos en caso de dejarlo.
- Destruye objetos importantes para ti.
- Te ha forzado a mantener relaciones sexuales en contra de tu voluntad
- Te ha agredido físicamente.
Las consecuencias de la violencia machista pueden llegar a ser devastadoras: estrés crónico, depresión, baja autoestima, sentimientos de culpa, trastornos del sueño, abuso de sustancias, trastorno de estrés postraumático entre otras alteraciones psicológicas. Suelen ser efectos intensos y perdurables en el tiempo, pero con un buen tratamiento psicológico se puede mejorar la calidad de vida de de la persona afectada, minimizando los efectos de los malos tratos, mejorando su autoestima y empoderándola de cara a forjar una nueva vida lejos de la violencia.
El tratamiento para víctimas de violencia contra las mujeres es un proceso que consiste en realizar un buen acogimiento en un entorno de confianza, seguridad, tranquilidad, respeto y confidencialidad. Es fundamental comprender a nivel cognitivo las causas que explican el maltrato y los factores por los cuales mantienen este tipo de relaciones. Se hará hincapié en transformar y resolver el sentimiento de vergüenza y de culpabilidad que acompaña a la víctima durante toda la relación con su agresor, e incluso tiempo después.
El análisis de su historia personal es indispensable para poder comprender los efectos que el maltrato ha causado en su mente, cuerpo y en su autoestima. Y trabajar el proceso de empoderamiento es fundamental para que vuelva a ser dueña de su vida y de sus decisiones, fomentando la independencia, estabilidad, bienestar y confianza.
“NO ESTAS SOLA, TE PODEMOS AYUDAR” desde CIE Almoradí contamos con profesionales formados y con amplia experiencia en este tipo de terapia, no dudes en consultar.
Escrito por Elisa Girona Senerio