Hace unos días se celebró el día de la paz, y nos pusimos a pensar que para conseguir una paz global debemos empezar por encontrarla en nosotros mismos. Por ello queríamos compartir con vosotros cuatro consejos para trabajar en nuestra paz interior.
Cambia el foco, en puesto de preocuparte, ocúpate. Cuando se de una situación adversa analízala detenidamente una sola vez, y decide si tiene solución, si puedes hacer algo al respecto o no. Si la hay, adelante, actúa. Esa es tu tarea, trabajar para realizar un cambio en aquello que te desagrada.
Y si no hay solución posible. Enfócate en aceptar la realidad que ha llegado, fluir con ella, extraer un aprendizaje y seguir adelante.
Realiza respiraciones lentas, profundas y diafragmáticas y de inmediato comenzarás a sentir la relajación en tu cuerpo.
Dedica, al menos, dos periodos de 10 minutos cada día para respirar de la forma adecuada.
Hemos acostumbrado a nuestra mente a buscar, hallar y detectar todo lo negativo que nos rodea: problemas, dificultades, limitaciones… ¿Cómo ser feliz?, ¿cómo estar en paz si te sientes rodeado de adversidades?
Sin embargo, del mismo modo puedes entrenar a tu cerebro para identificar cada oportunidad, recurso y aspecto positivo de la vida. Comienza por hacerlo de forma deliberada, esfuérzate en reconocer y agradecer cada día todo lo bueno que tienes. Y, con el tiempo, esta función se automatizará y sentirás, de pronto, que eres afortunado.
Realizar ejercicio de forma regular no solo tiene beneficios para la salud física, también mejora nuestra salud mental. Nos ayuda a despejar la mente, a desconectar de las preocupaciones y ganar confianza y autoestima.
Fuentes: https://lamentesmaravillosa.com